Hay días que quedan marcados para siempre en nuestro calendario, generalmente porque en ellos ocurren hechos importantes que se graban en nuestra memoria. Bien pues hoy 28 de enero de 2016 es para mi uno de ellos y os preguntareis... ¿por qué?.
Llevo desde 2013 pescando en kayak y solo dios, bueno y los amigos que llevan años pescando conmigo, sabe la de veces que he intentado hacer una gran captura utilizando cebo vivo. Han sido años en los que salida tras salida veía como mis compañeros y maestros clavaban enormes dentones, palometones, meros y serviolas a mi lado mientras yo jamás tuve una simple picada. Pero jamás desistí o caí en el desanimo gracias a su apoyo y a mi naturaleza cabezona. Al contrario, siempre he pensado que cada salida me acercaba más a lograr mi objetivo.
Cierto es que mi situación personal no me ha permitido dedicar todo el tiempo que la pesca exige para conseguir progresar y evolucionar como pescador. De hecho compré un ikaipa angler de Asturkayak el 14 de diciembre del año pasado, aprovechando la oferta por su aniversario, y no lo había mojado hasta el pasado martes 26 de enero de este año.
Fue ese martes cuando por primera vez tuve fuertes picadas, en concreto 2, con tan mala suerte que ninguna de ellas acabo clavando y perdiendo la oportunidad de haberle dado el estreno soñado a mi nueva montura. El día lo salvaron Jose (Roky) y Pepo ya que ellos si clavaron dos bonitos ejemplares de Dentex mientras yo lloraba la inútil muerte de mis jureles.
Las picadas no sirvieron más que para envenenarme y al día siguiente volví a intentarlo, teniendo una nueva fortísima picada sin final feliz. Podría haber maldecido el dicho " a la tercera va la vencida", para ser sincero se pasó por mi mente, pero de nuevo mi amigo Pepo me animó diciéndome: "José que a la tercera picada no va la vencida. es al tercer día. Mañana lo volvemos a intentar"
Pues como no hay dos sin tres regresamos, por tercer día consecutivo, en búsqueda de la deseada captura y no os lo vais a creer pero... Pepo tenía razón y finalmente clave mi primera gran picada que resultó ser un preciosismo ejemplar de Dentex que pesó 6 kilos justos. Me es imposible describir con palabras la sensación de felicidad que experimentaba mientras brotaban lagrimas de mis ojos. Me invadían sentimientos de agradecimiento, a mi pareja, mi familia, mis compañeros de Vivo Kayak, a Manuel Martinez, Ramón, Plabo Xato, Mikel y a Manuel de Espesca.es, ... por haberme animado y enviado siempre sus mejores vibraciones.
Quiero que sepáis que jamás olvidaré este día por, al fin, haber tocado escama gorda, sino por haber sentido vuestra sincera alegría al conocer que había logrado uno de mis sueños. Gracias de todo corazón.
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